Thursday 28 February 2013

R.F.U.C.E. song


¿Cómo podían vivir nuestros antepasados sin la relativamente reciente Red Funámbula Urbana de Conexión de Edificios?

Debería empezar describiéndola a ella, pero cómo se puede explicar algo que no se comprende. En este caso, que no se comprendió.

En vida no la tuve, ni siquiera supo que yo existía. Aunque quizás yo no existiese, puede ser que yo sólo fuese en función de ella, en función de explicarla ahora que está muerta, asesinada, descuartizada, y es imposible diferenciarla de la carne que venden en las carnicerías.

Sólo tengo la idea de ella pero investigando su muerte, persiguiendo su espectro, la llenaré de la realidad de las imágenes. Coleccionaré recuerdos ajenos, recuerdos de ella, hasta acabar sintiéndolos como propios.

Eventualmente, espero descubrir el misterio de su crimen (démosle, al menos, la propiedad de su aniquilación).

Era modelo, tenía veinte años, el pelo negro, la piel clara, los ojos verdes y ciento ochenta centímetros de altura. Un cuerpo perfecto que ahora observo fragmentado. Aún no se ha podrido y puedo unirlo en mi mente hasta ajustarlo a mi obsesiva imagen de su desnudez.
Esta va a ser la primera noche que vamos a pasar juntos. Por fin la tendré desnuda, aunque rota, sobre la mesa de mi sala de autopsias. Esperamos mucho tiempo a que sucedan las situaciones que hemos imaginado cientos de veces pero cuando ocurren nos encuentran cansados. Lo único novedoso es el olor, el hedor en este caso. Aún y todo le acaricio un pecho, después hago mi trabajo.
* * *
Ya la han enterrado. Imagino a los gusanos engullendo ansiosos esa carne.
Pregunto, me contestan: tenía un novio. También él es modelo, y se llama Raúl.
Me presento y me dice que ya ha hablado con la policía, pero no se cierra y habla. Quiere saber si tenemos algo, alguna pista. Le digo que no se preocupe y que mis preguntas van a ser diferentes a las de los demás policías.
-   Ehm,… Raúl, what is your opinion about R.F.U.C.E.?
Se sorprende ante la pregunta, pero responde dócilmente. ¿Y si estos cuerpos jóvenes, atléticos, perfectos y sensuales, no fueran más que cuerpos y sólo sirviesen para ser usados sexualmente?
-   Bueno, creo que es una gran idea que facilita la movilidad en la ciudad.
-   Estoy de acuerdo pero, ¿no crees que a veces quita luz?
-   Sí,…
-   Supongo que compensa…
-   Sí,…
-   Bueno, también están los accidentes.
-   Sí,…
-   De todas formas no es esto lo que nos importa ahora, Raúl.
-   No, claro.
-   Me gustaría saber cómo hacía Natalia el amor.
-   ¿Tengo que contestar a eso?
-   Es una pregunta, espera una respuesta.
-   No me siento cómodo hablando de esto.
Le aparto el pelo de la frente y le acaricio las mejillas. Ahora tengo el aspecto de una mujer de unos cuarenta años y él acepta la caricia. Le beso en la mejilla, entiende el código y se desabrocha la camisa.
Sólo son cuerpos a nuestra disposición. Nuestra mente los utiliza para dar placer a nuestros sentidos. No estoy investigando un crimen, no está penalizado nada de lo que se haga con ellos.

Ahora soy una serpiente buscando entre sus papeles para… No hay otro fin que el de reconstruirla. Toco y huelo su ropa. Leo su diario.
* * *
Cuándo dejan las niñas de serlo y se convierten en mujeres. Quién es el primero que se perturba porque se descubre mirando con deseo a la que antes era una niña. Queda la esperanza de que este hallazgo lo haga siempre un desconocido.
(Cuando un tío suyo, cincuentón, la abraza y, mientras le besa en la mejilla, siente sus senos. Cuando en un banco de un parque nocturno la descubrimos besada y manoseada por otro adolescente.)
Habría que parar el tiempo.
No, ¿por qué?

Bienaventurados los que no son capaces de imaginar porque no tendrán que acallar los gritos de su mente y, por lo tanto, será más difícil que sean criminales.
* * *
Compartía piso con otras dos modelos bellísimas como ella, frágiles como ella. Tania es pelirroja y Rosa es mulata. Las contemplé durante horas con sus voces como fondo en supuestos interrogatorios individuales.
* * *
Su padre me llama cada día para saber cómo va la investigación.
¿Para qué querrá saberlo?
Los padres quieren que sus hijos no sufran, no mueran. Deberían pensar eso antes de traer bebés a este matadero. La madre está destrozada, si no fuera porque tiene a su marido para culparle de todo, se suicidaría.

Encontramos huellas, semen, algún pelo, un par de colillas,…
En unas horas ya habíamos identificado al asesino. Él mismo se encargó de dilatar las diligencias, de sembrar dudas e incluso firmó, en su despacho, el archivo del caso.

Escribí mi informe. Escaneé sus fotografías y en la pared de mi habitación hice un collage con el que me masturbo cada noche. Fotocopié su diario y me llevé unas tangas.
Cuando hablo con su padre busco los parecidos físicos entre este hombre, avejentado y amargado, y la chica que me obsesionó y a la que conservo en fotografías.
-   Pero, ¿usted cree que encontrarán al asesino?
-   Por un momento, he creído que su pregunta tenía sentido y le iba a contestar que no, que es imposible detener a “El” asesino. He creído, por un momento, que usted se había dado cuenta de que sólo hay un asesino, “el” asesino,… pero no.
-   ¿Qué?
-   Perdone, a menudo se me olvida que hablar es emitir ruiditos sin pretensión de comunicar. Se me olvida este vacío, este hablar sin hablar.
-   ¡Por favor!
-   Váyase a la mierda.

* * *
Me han abierto un expediente.
Mucha gente diría que esto es auténtica basura.

Seguramente es cierto.

FIN
EMPIEZA DE NUEVO

Salió de casa a las cuatro de la tarde. Tenía una sesión de fotos a las cinco menos cuarto. Era para un anuncio de colonia. Hablé con Germán, el fotógrafo, un tipo feliz con su vida, con su trabajo, con las oportunidades que le daba,… Ella se fue a las siete y tomó el metro.
“Lamento mucho lo que le ha pasado a esa chica. Es una pena, estaba llena de vida. Era muy hermosa y valía para esto, tenía un gran futuro profesional.” Germán, mirón a sueldo.

Antes de subir a su casa, fue a la tienda de preparados vitamínicos y productos dietéticos. Mari Carmen y Rufino atienden ese establecimiento. Con esa especial habilidad que tienen los gilipollas para no darse cuenta cuando se confunden, me ofrecieron, muy simpáticos, muestras de algunas de las porquerías que venden.
“Ya nos hemos enterado de lo de esa chica. Una tragedia, era tan guapa y atlética. Espero que atrapen al canalla que le ha hecho eso.” Mari Carmen y Rufino, vendedores de ilusiones de eterna juventud.

Subió a casa, sólo estaba Tania pero ya se iba. Apenas hablaron: cosas que había que comprar, el dinero del alquiler que debían pagar al día siguiente, nada más.

Llevo un mes con este caso y ahora me entero de que Tania y Raúl tenían un lío. Estaba interrogando, por enésima vez a Tania, recreándome en el inicio de sus senos pecosos donde se terminaba su veraniego escote, y se desmoronó y entre sollozos me confesó su relación. Me han dado ganas de decir: “a mí que me importa”; pero me he acordado a tiempo de quién soy y qué hago.
Cuando voy a salir, vuelvo la cabeza y la contemplo trémula en toda su indefensión. Y es la insignificancia de todos nosotros ante tanta nada lo que veo.

¿Soy un monstruo porque me ha sido revelado que nada tiene sentido?
Pienso en Tania, hablando tan seria, mientras yo miraba la tenue capa de suave vello en su antebrazo.
Soy cruel, hago daño, porque no consigo interpretar mi papel. Muchas veces no siento, otras veces siento todo.
“Lo mío con Raúl no fue buscado, al menos no por mí. Pero estas cosas pasan. Coincidimos, las personas nos encontramos, son momentos. No sé en qué estaba pensando. Después me sentí mal. Pero disfruté haciendo el amor con él como no lo había hecho desde hacía mucho tiempo. Y creo que sus caricias y sus besos eran sinceros. No sé si ahora seremos capaces de seguir. Ni siquiera sé si él creerá que tenemos algo que seguir.” Tania, compañera de ilusiones.

Hoy tendrá cincuenta años y algún hijo con Raúl o con otro. Esa es la diferencia entre estar vivo y estar muerto.

Se duchó, se pintó, se vistió. Se arregló. Salió, nadie sabe a dónde. Sabemos que salió porque se cruzó, en el rellano de la escalera, con una vecina que llevaba un perro que la olfateó.
“He leído lo de esa chica. Qué horror. Yo siempre cierro con dos llaves y un cerrojo. ¿Es cierto que la descuartizaron?” Vecina, tiene un perro que olfatea.

Anoche, se encienden los focos que iluminan los cables de la R.F.U.C.E. y, bajo esa tela de araña luminosa, aún parecemos más locos vistos desde el cielo.

Esta noche adopto la forma de una mujer joven y atractiva como era ella. Pero antes voy a ser una ráfaga de aire para espiar las tristezas adormecidas de nuestra ciudad, la única ciudad.

Soy un cuerpo deseado y me paseo mecida por las miradas lascivas. Dejo que uno de ellos me use esta noche. Lamo su rostro, suelto su camisa y sigo lamiendo su torso peludo hasta su barriga, más bien flácida. Le desabrocho los pantalones y me recreo en su sexo endurecido.

El sol aclara la noche y me despierto siendo un gato acurrucado debajo de un coche. Salgo majestuoso y tras mis pasos el día se va haciendo, pleno de colores.

Algún medio de comunicación publicó que había habido canibalismo.
Alguien dijo que era prostituta.
A veces permanezco durante horas mirando alguna de sus fotos.

Esto quería haber sido un cuento pero se ha roto como su cuerpo.
But it is broken like her body.



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