Las personas me dan pena
Sus perplejidades
a veces también la pasiva tristeza rutinaria con la que
dejan pasar la vida
que la vida se les escurra
entre los dedos
dejando sus manos
secas y agrietadas
igual que se les caen las caras
haciendo flácidos los
rasgos de su persona(lidad)
la ralentización de sus movimientos,
la descoordinación,
la tristeza paulatina
la tenaz victoria de
la enfermedad y el envejecimiento
la decrepitud
esa somnolencia con la
que lo asumen todo entre
sonrisas perplejas
sin entender nada
prefiriendo no pensar
resignadas
en algún momento incluso
implorando el final
sin esperar nada
borrosas en su imagen de ellas mismas
una especie de…
una rendición en una guerra
que nunca se pudo ganar
la suavidad de esta brisa
la belleza del mundo
su esplendor en su carácter efímero
(“su”, del mundo)
instantáneo
sentir, aunque sea esto,
o sea,
sentir todo
en un instante, todo
todos los instantes, todo
claramente la identificación plena
de “todo” y “nada”
en “ahora”,
que claramente se identifica con ambas
om
siempre la misma conclusión,
la única posible
15416, sentado en un banco en la plaza del Baluarte,