Everything We Want

Es una película documental en la que tres mujeres jóvenes explican sus decisiones vitales (distintas) e incluso dialogan con sus madres mostrando la diferencia generacional.

No es sobre, no es de, mujeres. Es sobre todos los que vivimos en esta Europa del bienestar y que llegamos a la treintena con muchas oportunidades, con muchas opciones vitales.

Es sobre la libertad de elegir cuando se tienen tantas opciones. Sobre el miedo a fallar, sobre la pena por lo que se deja. El paso del tiempo. La elección y la renuncia.

Un magnífico testimonio de personas que quieren vivir, que quieren ser ellas mismas, que quieren vivir su vida. Solas o acompañadas, con o sin hijos, con un trabajo estable o dando tumbos sin seguridad económica por preferir el arte a la vida práctica.

Una película sobre todas las personas que pensamos, personas a las que no nos valen las respuestas estándar, ni las comodidades de la vida fácil, que nos complicamos la vida porque nos asfixiamos si no lo hacemos.

(sobre ti alejándote de mí)

(sobre mí saltando al vacío)

Moon

Es una película de ciencia ficción ambientada en un futuro en el que la explotación minera de la luna con fines energéticos hace que haya "cosechadores" viviendo allí en soledad durante meses, años,... El protagonista (un cosechador) hace, debido a que se produce un error en el sistema, un descubrimiento que le enfrenta a sí mismo, a su individualidad, a su ser. 

Por muy mal que nos vayan las cosas, nos aferramos a nuestro yo como realidad ("pienso luego existo") desde la que interpretamos el mundo, la vida, a los demás,... Y vivimos construyendo ilusiones, retos, amor,...

Pero ¿qué ocurre cuando descubrimos que nos somos únicos? ¿Y si nuestra vida no es nuestra vida? ¿Y si esa mujer no es "nuestra" mujer? ¿Y si no hay un hogar al que volver? ¿Y si los demás no nos distinguen?

Como ocurre siempre en la buena ciencia ficción, el argumento es completamente realista, más que contemporáneo es clásico, eterno. No habla del futuro, ni del presente, sino de siempre, del ser humano, de la existencia.

Porque en la vida ocurre que de repente no somos únicos, que "nuestra" mujer ya no nos quiere, que no tenemos un hogar al que volver, que las seguridades se volatilizan.

Y uno preferiría estar muerto pero hay que tener mucho valor para suicidarse y entonces nos dejamos vivir por la inercia de los días, el alcohol, las drogas, el deporte, el trabajo, el sexo esporádico,... evitando en lo posible los lugares elevados, los objetos punzantes, las pastillas mortíferas, el pedal del acelerador,...

Descansa en paz

Una taza de café solo, de la que no he tomado más que un sorbo (su última invitación).

Respeto. Se me pide respeto. A todas horas se me pide respeto. Distintas bocas, portavoces de decisiones vitales, me piden respeto. Y lo que yo escucho es "muerte".
Si alguna vez tuvieron significado las palabras, hoy lo han perdido definitivamente.
Cómo va a decir mi boca nada si no sale más que el hedor de las mentiras, de los sentimientos simulados. Si digo amor y querer y deseo y son palabras que ya he gastado.
Voy sepultando esta boca bajo una poblada barba para quedar mudo.

Quiere probar (y que yo pruebe) otra cosa. Y yo le explico, le intento explicar, que no hay ninguna otra cosa. Que no hay nada más allá de eso que éramos. Que lo único que hay es gente que se hace vieja.

Qué dramático, qué intenso, qué... Sí, es mejor que me enterréis bajo etiquetas, que me clasifiquéis fuera, no vaya a ser que sentir sea contagioso.

Pero yo no me resigno y echo a correr y aporreo puertas y me contesta el silencio. Y espero en sórdidos rellanos, y si alguien abre es para pedirme "respeto".
Qué hacer, por dónde seguir, por qué seguir.
No hay nadie agazapado en silencio envuelto en la oscuridad de las luces apagadas.

Espero que encuentres a alguien tranquilo y equilibrado que te respete, que nunca se enfade, que te siga, que te proteja,... que cuando le lances una pelotita corra a por ella y te la traiga moviendo el rabo.
Espero que consigas reducir el mundo a un rinconcito controlado por ti, de amor tranquilo, de pasiones dosificadas, de horarios y rutinas, de equilibrio y de control.
Y que, mecida por ese cariño de algodón dulce, te vayas envejeciendo plácidamente feliz arrullada entre los brazos de alguien que te acompañe de la cafetería de con leche y bollo de los domingos a la tumba de flores de hijos y nietos.
Y que descanses en paz.

yo, por mi parte, no puedo más

(...) ¡yo te hubiera amado!
Y a  Kierkegaard
Y a Dostojevski
Y sobretodo a Kafka
a quien le pasó lo que a mí, si bien él era púdico y casto -"¿Qué hice del don del sexo?"- y yo soy una pajera como no existe otra;
pero le pasó a Kafka lo que a mí:
se separó
fue demasiado lejos en la soledad
y supo -tuvo que saber-
que de allí no se vuelve

se alejó -me alejé-
no por desprecio (claro es que nuestro orgullo es infernal)
sino porque una es extranjera
una es de otra parte,
ellos se casan,
procrean,
veranean,
tienen horario,
no se asustan por la tenebrosa
ambigüedad del lenguaje

(...)
yo, por mi parte, no puedo más.

ALEJANDRA PIZARNIK 

1971

(*) Hace unos días me compré por Internet un bonito libro que combina poemas y pinturas de un tal Strindberg. Lo hice porque me gustó la promoción que hacía la editorial, lo que mostraba del libro, lo que decían del autor y de su obra. Ayer, pasados unos días de mi compra y de la recepción del libro en mi casa, me encuentro con un verso de Alejandra Pizarnik en el que cita a este autor en una línea precedida por otra dedicada a Nietzsche y seguida por otra para P.Éluard. "Strindberg: "El sol, madre, el sol."

fin

He terminado de leer El libro del desasosiego.
He estado leyéndolo durante más de diez años.

a las flores no les gusta que maten flores

Una vez salí con una chica a la que quise regalar una flor cortándola en un jardín. Y ella se echó a llorar porque yo había matado a la flor.
(Esto es verdad, como todo.)