Sunday 23 January 2011

(En) el laberinto sin paredes (tercera parte)

Alguien camina hacia mí y el esbozo miope de su cuerpo se va enfocando hasta ser conocido. Y, entonces, preparar un saludo y buscar un punto espacio temporal exacto en el que enviarlo. Muy difícil cuando también se ha de controlar el paso y evitar tropezarse o chocar. La ansiedad de un encuentro, desear que sea fugaz y zafarse de los gestos que invitan a detenerse y charlar, salvo que tenga algo que decir: una cháchara ingeniosa y vacía que me garantice que sabré comportarme.

Friday 21 January 2011

(En) el laberinto sin paredes (segunda parte)

La simetría. Es preciso que todo esté equilibrado, necesito un sistema de espejos para sentirme centrada. La limpieza, todo ha de estar impoluto y debe oler bien. La dificultad para conseguir un buen olor. El no ruido, el silencio, la calma, intentar escuchar el silencio, ese siseo apenas perceptible. La relajación de todos los músculos, bajar los párpados, una leve brisa a través de los orificios de la persiana. Sentirme vacía de cuerpo, ingrávida, aunque esté tendida sobre la cama. Salir de mí, flotar. Con los ojos cerrados ser algo parecido a mí. Identificarme.

Monday 17 January 2011

(En) el laberinto sin paredes (primera parte)

La indecisión, sí la indecisión, la duda, tantas opciones con sus pros y sus contras. La angustia porque el tiempo pasa y el bosque se hace cada vez más espeso y, además, oscurece. Saberse mirada, diferente, rara, caminar sin rumbo o, mejor dicho, con demasiados rumbos. Esa forma enferma de deambular cambiando bruscamente de dirección, teniendo apenas dos pasos de tregua antes de volver a caer en la duda. Avanzar y retroceder, correr, querer llorar. No ir a ninguna parte pero tener la necesidad de ir a algún sitio. Rogar por un poco de calma, por un descanso, por, al menos, parecer normal.

Saturday 8 January 2011

Federico García Lorca, economista

Mientras aún tengo en la retina las imágenes de la alegría de los niños tras recibir regalos navideños, leo en la página web de Unicef que casi dos millones de niños están en riesgo de pobreza relativa en España. O sea, que casi uno de cada cuatro niños, un 24,1%, vive en hogares que tienen unos ingresos inferiores al 60% de la media nacional. (Conclusiones del informe "Infancia en España 2010-2011".)


Sigo navegando por la prensa en Internet y me encuentro con que "los inversores vuelven a la carga con Portugal y amenazan a España".


Inmediatamente me viene a la cabeza Federico García Lorca en Nueva York:


La aurora llega y nadie la recibe en su boca
porque allí no hay mañana ni esperanza posible.
A veces las monedas en enjambres furiosos
taladran y devoran abandonados niños.

Tuesday 4 January 2011

supongamos que alguien escucha en este desierto

Quién soy yo.

¿Hay alguien aquí?

Las miradas tristes y melancólicas que pisan serrín en las frías tascas de los barrios son de cobardes.

Las gélidas aceras de las ciudades de ostentosas basuras están llenas de valientes.

Quien es capaz de no berrear cuando le apartan de la orilla, quien contiene el espanto y chapotea, quien cierra la boca cuando viene el agua y la abre ansioso para devorar el aire arrancándole bocanadas a mordiscos, quien… ese, ese vive para contarlo.

Ahora, supongamos, voy yo y digo que me entierro, que os entierro esa idea de mí que tenéis, que os invito al funeral de mi pasado y que me lanzo a mendigar briznas de atención porque soy un poeta. Que no quiero ser un práctico ingeniero sino un leve consuelo para cuando el amor os deje plantado, para cuando la muerte se descubra ante vosotros, para cuando veáis cómo os arrugáis y cómo se os rinde el cuerpo.

Que de tanto hacer de adulto soy una caricatura de mi mismo. Que soy un dibujo exagerado por no logrado, por no haberme entendido a mi mismo, un dibujo en blanco y negro que ahora quiere ser coloreado.

Que no os sigo el ritmo porque ya sé que no vais a ninguna parte.