Monday 31 December 2012

Ocaña, morir disfrazado de sol

He visto la película "Ocaña, retrato intermitente" (1978) dirigida por Ventura Pons. 
Trata sobre el pintor andaluz José Pérez Ocaña. Bueno, no era sólo un pintor. Dicen los textos que acompañan a la película que fue "un personaje que marcó la vida de la Rambla y la plaza Real en la Barcelona de los años setenta".
Después de ver la película yo creo que era "sensibilidad extrema". A veces se desnudaba en público (en la película aparece paseando por Barcelona vestido de mujer con un vestido que de vez en cuando se levanta para enseñar su pene o su culo) pero realmente siempre iba desnudo, sin piel, abierto, ofrecido. 
Un artista en el sentido total, de vida artística, marginal,... sí puede que marginal pero más plena que la convencional, más completa.
Se travestía pero, según el mismo explica en la película, no era un travesti sino un teatrero porque define el travestismo como un gusto, un placer fetichista con la ropa femenina que él no siente.
Toda la película es fascinante. Desde el relato de su vida hasta cada uno de sus momentos, performances, por las calles de Barcelona.
Es muy serio lo que cuenta, es muy pura y lúcida su mirada del mundo, de la sociedad.
Pero no tiene problemas con el pueblo que en sus paseos por la calle (aunque se desnude) le rodean y se ve que le quieren (gente de todas las edades).
Sus enemigos, mejor dicho para quienes él era un enemigo, son los hipócritas, los reprimidos sexuales, la Iglesia. 
Paradójicamente, le fascina el colorido, la musicalidad, el aire de fiesta de las expresiones religiosas de su Andalucía y todo ello está presente en su obra y en su vida.
Su obra es como él, colorista, sensible, alegre y triste (la muerte está presente).
Después de ver la película he consultado en la wikipedia sobre su vida y he descubierto que murió disfrazado de sol:
De original vida, Pérez Ocaña también encontró la muerte de la manera más sorprendente. Volvió a Cantillana (su pueblo natal), para celebrar unas fiestas de carnaval y reunirse con su familia, a la que adoraba. Pérez Ocaña confeccionó un disfraz de sol, con papel, tela y bengalas, que desafortunadamente se quemó, produciéndole quemaduras mortales. El 18 de septiembre de 1983 Pérez Ocaña moriría en el hospital, una semana después de haberse quemado accidentalmente. 



Tuesday 25 December 2012

No estoy solo. Hay alguien aquí que tiembla

Caminos del espejo
I
Y sobre todo mirar con inocencia. Como si no pasara nada, lo cual es cierto.
II
Pero a ti quiero mirarte hasta que tu rostro se aleje de mi miedo como un pájaro al borde filoso de la noche.
III
Como una niña de tiza rosada en un muro muy viejo súbitamente borrada por la lluvia.
IV
Como cuando se abre una flor y revela el corazón que no tiene.
V
Todos los gestos de mi cuerpo y de mi voz para hacer de mí la ofrenda, el ramo que abandona el viento en el umbral.
VI
Cubre la memoria de tu cara con la máscara de la que serás y asusta a la niña que fuiste.
VII
La noche de los dos se disperso con la niebla. En la estación de los alimentos fríos.
VIII
Y la sed, mi memoria es de la sed, yo abajo, en el fondo, en el pozo, yo bebía, recuerdo.
IX
Caer como un animal herido en el lugar que iba a ser de revelaciones.
X
Como quien no quiere la cosa. Ninguna cosa. Boca cosida. Párpados cosidos. Me olvidé. Adentro del viento. Todo cerrado y el viento adentro.
XI
Al negro sol del silencio las palabras se doraban.
XII
Pero el silencio es cierto. Por eso escribo. Estoy sola y escribo. No no estoy sola. Hay alguien aquí que tiembla.
XIII
Aun si digo "sol" y "luna" y "estrella" me refiero a cosas que me suceden ¿Y qué deseaba yo?
Deseaba un silencio perfecto.
Por eso hablo.
XIV
La noche tiene la forma de un grito de lobo.
XV
Delicia de perderse en la imagen presentida. Yo me levanté de mi cadáver, yo fui en busca de quien soy. Peregrina de mí, he ido hacia la que duerme en un país al viento.
XVI
Mi caída sin fin a mi caída sin fin en donde nadie me aguardó pues al mirar quién me aguardaba no vi otra cosa que a mí misma.
XVII
Algo caía en el silencio. Mi última palabra fue "yo" pero me refería al alba luminosa.
XVIII
Flores amarillas constelan un círculo de tierra azul. El agua tiembla llena de viento.
XIX
Deslumbramientos del día, pájaros amarillos en la mañana. Una mano desata tinieblas, una mano arrastra la cabellera de una ahogada que no cesa de pasar por el espejo. Volver a la memoria del cuerpo, he de volver a mis huesos en duelo, he de comprender lo que dice mi voz.
ALEJANDRA PIZARNIK

Wednesday 12 December 2012

el amor


Nunca amamos a alguien en concreto. Amamos tan sólo la idea que nos formamos de alguien. Es un concepto nuestro- es, en suma, a nosotros mismos- lo que amamos.
El libro del desasosiego
Fernando Pessoa

Monday 10 December 2012

temiendo morir cuando duermo solo


Angustia


Yo no vengo esta noche para vencer tu cuerpo,
en el que están los pecados de un pueblo ni para,
en tu impuro cabello, alzar tormenta
bajo el fastidio incurable que destilan mis besos.

Pido a tu lecho el pesado sueño sin fantasmas
deslizándose a través de las cortinas ignoradas del remordimiento,
que tú puedes saborear después de tus negras mentiras.
Tú que sobre la nada sabes más que los muertos.

Pues el vicio, royendo mi nativa nobleza,
me ha marcado, como a ti, con el sello de la esterilidad;
mas en tanto que tu seno de piedra lo habita

un corazón que la garra de ningún crimen hiere,
yo huyo, pálido, deshecho, obsesionado por mi sudario,
temiendo morir cuando duermo solo.

Stèphan Mallarmé