la rebelión consiste en mirar una rosa
hasta pulverizarse los ojos
Alejandra Pizarnik
Mi problema es que no sé jugar al ajedrez. Así que continúo la partida aunque ya haya hecho el movimiento que me condena. Y tampoco digo que sea crueldad del adversario porque aunque me explicase que el mate es inevitable no le entendería o no le creería. Porque yo no acepto la derrota, porque no soy razonable, porque espero todo. Porque hay que matarme para que asuma el final de la partida.