Monday 23 November 2015

231115

(hoy escribo apaisado)
Deberías dejar de tomar excitantes. Estás fuera de ti, incluso sientes un cosquilleo físico. El trepidar de tus nervios. Tú no te crees tu versión estándar de que es el alcohol. Sabes que es peor sereno, sabes que es una reacción química, o algo. Probablemente el único miedo. Esa pulsión, esa tristeza total, esa euforia. Las subidas de arrolladora verborrea y enormes sonrisas. El terror del desplome gris y pausado. El descontrol. El no-control. Probablemente lo arreglan con medicación pero... todos esos locos que salen como zombis del psiquiátrico al lado de casa. La calavera también. Y las paredes que se desconchan. Unas horas sin beber. Un pequeño paso en el no-suelo, algo rápido y un golpe seco. Si estuviese asegurado que iba a ser así. Incertidumbre y rutina, paladas de rutina, horario y agenda y actividades y... pánico a encontrarme conmigo. Un motivo para algo, por favor, un motivo para algo.