Wednesday 14 August 2013

Nada que explicar


Estaba callado, tan callado que llegasteis a creer que estaba muerto. Esa era la idea. Me desentumecí y me froté los ojos. Ví. Deambulé desorientado, apoyándome en los muros fríos y húmedos. Pronto mis pies descalzos pisaron hierba mojada y matojos aguados por el rocío acariciaron mis pantorrillas desnudas. Deslumbrado, ebrio de colores y tiritando de frío, fundí mi cuerpo con la mágica niebla y fui una sombra de árbol más. No me esperabais, no fui hacia vosotros. Continúe la fuga.


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