Hoy delego en mi cuerpo, en mi presencia física. Espero un ataque de "responsabilidad" que me llene de celo profesional y me permita lanzarme como un fardo al río putrefacto de la rutina. No hay otra forma de hacer este "hoy" con su agenda, este "hoy" tan parecido a un suicidio.
(¿Es que nadie se da cuenta?)
Nos damos cuenta!
ReplyDelete