Deberíamos dar importancia
a la suave caricia de las pequeñas olas de las rutinarias mareas que nos cubren
para abandonarnos resbalando lentamente.
Aunque parecen irse nunca lo hacen completamente ocultándose partes
en imperceptibles poros y grietas de nuestra piel de manera que nos van
erosionando mediante su sutil baile de contracciones y dilataciones para ir disolviéndonos
en la imparable preparación de nuestra muerte que luego cuando llega, irónicamente,
creemos súbita.
No comments:
Post a Comment