Saturday 10 November 2012

Luces de bohemia

Hace frío, realmente hace frío. Pero quiénes son ellos para decirme a mí nada, al Gran Poeta... Soy un poeta, El Poeta. Y aunque me arrastre ciego y enfermo y aunque me beba el sustento de mi mujer y mi hija, tengo que salir en medio de la procesión de mis ebrios admiradores y mientras tenga monedas tengo que pagarles las bebidas que prolongan este éxtasis de posibilidades, de frases contundentes, esta danza de ideas, de posibilidades, este infinito. Hay que prolongar esta lucidez noctámbula mientras dure el dinero y cuando se acabe hay que conseguir más. Que nos fíen, sólo nosotros sabemos que no nos importa no vivir mañana. Llegará la heladora madrugada y con sus cortantes rayos el sol de la rutina y nos tiene que encontrar abrazados en estridente piña o agazapados en un portal arreglando el mundo con sentencias que se tiritan.

Noche de revueltas sociales, noche "15-M", noche de cárcel, noche de prostitutas y policías, noche de bares y tabernas, de vino y champán,... Noche de diálogos, de buscar conocerse entre las palabras. Mi antiguo compañero de estudios cree que ha triunfado porque es ministro y se siente generoso dándome dinero. Este dinero que yo me bebo con mis amigos, mis seguidores, en esta interminable curda. Amodorrado en el confort de su poltrona me mira condescendiente pero no me llega ni a la suela de los zapatos. Él nunca tendrá esta mirada de ojos ciegos que exhalan miríadas de palabras que transportan ideas que explican todo, que explican nada que es todo.
Si me muero antes de llegar a casa hoy o mañana, ¿qué más da?
Sólo os dejaré en herencia mi rabia.
Máximo Estrella


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